Fractura de cadera en
gato
Las fracturas de cadera son bastante frecuentes en la clínica
de pequeños animales, de hecho en algunas estadísticas se menciona que
constituyen hasta el 20% del total de las fracturas y generalmente los métodos
conservadores no ofrecen tan buenos resultados como las cirugías
reconstructivas, que permiten reducir el dolor y lograr una temprana
movilización del miembro dañado y una recuperación funcional más rápida del
paciente.
Nuestro paciente es una gatita de 5 meses y 2,2 kg que ha
sufrido un atropello por un vehículo y la traen a la clínica para una
valoración de urgencia.
Comenzamos la exploración viendo sus constantes vitales, y su
estado neurológico, para luego hacer el estudio radiográfico siguiente:
No es una radiografía centrada en ningún punto, sólo
intentamos valorar todo el gato en esta vista lateral. A primera vista el tórax
está bien y no parece que haya daños internos importantes en abdomen ó columna,
aunque en la pelvis sí parece que hay un problema.
Como curiosidad, ahora con los equipos digitales es posible
invertir la imagen, y en ocasiones lo hago para ver mejor las fracturas, y en
este caso desde la imagen anterior pasamos a esta otra imagen:
Está claro que el impacto principal ha sido en la pelvis y
seguidamente hacemos la vista radiográfica ventro dorsal de la cadera de este
paciente:
Hay una clara fractura del cuerpo del ilion y región del
pubis con un importante desplazamiento de la hemipelvis izquierda que invade
totalmente el canal pelviano y está
claro que la recuperación de este paciente pasa por una intervención
quirúrgica.
Aunque la hemipelvis está muy hundida durante la preparación
para la cirugía se suele suspender el miembro afectado del paciente para su
limpieza y desinfección a la vez que los músculos se van relajando y las
fracturas se realinean. De ese modo al hacer el abordaje la hemipelvis no está
exactamente en el sitio adecuado pero sí mucho más cerca, y tras la reducción
de la fractura se coloca una placa de acero quirúrgico con seis tornillos de 2
mm de diámetro, colocando tres tornillos en cada fragmento.
Las fracturas de ilion proximal en pequeños animales ofrecen
un hueso muy fino donde es difícil lograr un buen anclaje de los tornillos, por
lo tanto se debe intentar que al menos algunos de los tornillos puedan anclarse
en el sacro para reforzar la fijación.
Luego cerramos suturando por planos y procedemos a hacer las
radiografías de control post operatorio para comprobar que la reducción es
buena y ver la colocación de la placa y la fijación de los tornillos
Probablemente el único pero podría ser que a nivel distal la
placa está muy cerca del acetábulo, a veces el espacio es muy limitado y no es
fácil colocar tres tornillos, aunque podría colocarse una placa en “L”, pero no
parecía necesario durante la cirugía, y de hecho este paciente comenzó a apoyar
al segundo día y a la semana ya caminaba sin cojear.
De todos modos a pesar de la rápida
recuperación debe mantenerse confinado al paciente evitando sobreesfuerzos
hasta que se logre la cicatrización ósea, y se compruebe radiográficamente.