Osteotomía en cuña CTWO
Existen múltiples técnicas para
reparar la rotura del ligamento cruzado anterior de los perros. Básicamente
podemos resumirlas en dos grupos, el primero agrupa las técnicas de reemplazo
del ligamento, ya sean intraarticulares ó extraarticulares, mientras que el
segundo grupo agrupa las osteotomías correctoras (CTWO, TPLO, TTA, OTT, CBLO, y
todas sus variantes)
Todas las osteotomías correctoras
intentan que la meseta tibial sea perpendicular al tendón rotuliano, para
neutralizar el empuje craneal que produce la rotura del ligamento cruzado y
para ello proponen diferentes cortes sobre la tibia, para movilizar la meseta
tibial al ángulo adecuado.
La osteotomía en cuña fue
propuesta por Slocum y sus colaboradores en 1984, realizando dos cortes rectos
en la tibia para extraer una cuña (CTWO), posteriormente en 1993 propusieron un
corte circular en la tibia (TPLO), y luego siguieron apareciendo las demás
técnicas, ya por otros autores.
No es objetivo de este artículo
desarrollar una descripción detallada de las distintas técnicas, ni de su
evolución en el tiempo, sólo expondré un caso clínico de un paciente al que se
le realizó una osteotomía en cuña, y su evolución posterior.
Nuestro paciente es una perra de
raza Pastor Alemán, de 7 años y 43 kg de peso, con una cojera de su extremidad
posterior izquierda.
En la exploración inicial se
comprueba que hay una cojera de grado IV sobre V, con dolor a la palpación de
la rodilla izquierda, prueba de sentado positiva, test de cajón positivo y test
de compresión tibial positivo.
La exploración radiográfica nos
aporta la siguiente imagen:
En la imagen anterior se observa
adelantamiento de la meseta tibial, incremento de la grasa infrapatelar y
signos de artrosis. Todos los signos clínicos y radiográficos confirman una
rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda del paciente.
Para resolver este caso se
decidió hacer una osteotomía en cuña. En todas las osteotomías niveladoras de
la meseta tibial, es necesario hacer un estudio de ángulos que nos permita conocer
el ángulo de inclinación de la meseta tibial, para luego calcular la
corrección.
En este caso, el estudio fue
realizado por la empresa BETA, que nos aporta las siguientes imágenes:
Una vez estudiado el caso, valorada la inclinación de la meseta tibial y calculada la cuña que se debe retirar, el siguiente paso es hacer la cirugía. Y esta es la radiografía de
control post operatorio
Se puede apreciar que la
osteotomía se redujo con un cerclaje, y luego se fijó todo con una placa con
tornillos de bloqueo, de la empresa BETA.
En el post operatorio de este
paciente se fueron realizando radiografías de control cada mes. A pesar de que el
hueso tardó unos tres meses en cicatrizar, ya desde el primer mes se observa un
descenso en la grasa infrapatelar, que nos sugiere que está descendiendo la
inflamación articular.
Y finalmente
Después de aproximadamente tres
meses, la osteotomía ha cicatrizado, y el paciente apoya con normalidad. La rodilla es completamente funcional y en ese
momento se le puede dar el alta definitiva.
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