Subluxación
intertarsiana proximal
Las subluxaciones intertarsianas pueden ser proximales ó distales.
Cranealmente está la articulación tarso crural y distalmente está la
articulación tarso metatarsiana.
Para ilustrar este caso presento la historia de un chihuahua,
macho adulto, de 4 años y 7 kg de peso que presenta una inestabilidad en su
tarso derecho.
Hay una hinchazón de su tobillo derecho, con dolor a la
palpación. Presenta una cojera de no apoyo y viene a consulta para su
valoración clínica.
Veamos el estudio radiográfico:
En esta primera imagen se observa un espacio aumentado entre
astrágalo y hueso central del tarso, pero la lesión es más evidente en la vista
lateral.
En la segunda imagen se aprecia una subluxación intertarsiana
proximal.
El tratamiento clásico de este tipo de patologías es la
artrodesis. Se crea una fusión articular que da estabilidad al tarso y permite
al paciente recuperar la funcionalidad de la extremidad. Puesto que la articulación
tibio tarsal (ó talo crural) está intacta, será suficiente con una artrodesis
parcial.
Como se puede apreciar en las imágenes anteriores se colocó
una placa en la cara lateral del tarso y se logró estabilizar las
articulaciones intertarsianas sin perder movilidad en la articulación tarso
crural.
En este tipo de cirugías la principal complicación es evitar
la necrosis plantar que puede aparecer hasta en el 15% de los casos.
Tradicionalmente se decía que estaba provocada por daños en la arteria
perforante metatarsal ó la arteria pedal dorsal, sin embargo, los vendajes que se
suelen poner después de la cirugía también pueden ser parte del problema.
Es
importante ser muy cuidadosos durante la cirugía para minimizar los daños
vasculares, pero también debemos ser cuidadosos para que no haya tensión en los
puntos de sutura, y finalmente asegurarnos de que los vendajes post operatorios
no dañan ni comprimen la vascularización de la extremidad.