jueves, 1 de septiembre de 2016

Pincho Moruno

Pincho Moruno


Aunque éste es un blog de traumatología veterinaria, en esta ocasión quiero compartir un caso especialmente atípico de cirugía torácica.

Denominamos pinchos morunos a una preparación culinaria consistente en unas varillas o palitos de madera, que atraviesan unos trozos de carne, sóla o con verduras, y que se suelen preparar asados. 
Es un plato muy popular y admite mil combinaciones, pero su denominador común son los palitos que atraviesan la carne.



Hace ya algún tiempo, los propietarios de nuestro paciente, un Yorkshire macho, de 5 kg y 3 años, estaban preparando unos pinchos morunos de pollo, y en un descuido de sus dueños, el animal robó uno de ellos, y para que no pudiesen quitárselo, trató de tragarlo entero. 
Lógicamente no pudo engullir todo el palo, se atragantó, estuvo tosiendo, el palo se partió, y el animal trató de expulsarlo. 
En un primer momento los dueños sólo encontraron una mitad del palo, pero aparentemente su perro parecía que estaba bien, y no le dieron más importancia.

Tres días después, el animal empieza a dar signos de que no se encuentra bien, pero ese día están ocupados y lo llevan al veterinario al cuarto día. 
Tras una exploración inicial, se encuentran síntomas respiratorios y cardíacos, y se empieza el estudio por una radiografía de tórax, en la que principalmente se aprecia un corazón grande, globoso y con líquido alrededor.

En el estudio ecográfico salta la sorpresa, al apreciarse una estructura lineal en el pericardio del paciente.

ecocardiografia corazon perro



He subido el vídeo, para que lo podáis apreciar de un modo más directo.





En ese momento los dueños recuerdan el episodio del pincho moruno y todo parece indicar que el trozo del palo que se partió ha atravesado el pericardio y ha llegado al corazón.

La sorpresa es tremenda, pero está claro que para que el animal tenga posibilidades de curación, la única solución posible es tratar de extraer ese cuerpo extraño, y  preparamos todo para una cirugía torácica.

Expongo la foto del momento de la extracción del palo:

palo en pericardio perro


Y para completar el artículo, también he subido el vídeo del momento:




Efectivamente se trataba del trozo del pincho moruno que se partió días atrás y había llegado hasta el corazón. Parece inverosímil que de un perro de 5 kg pueda extraerse un palo de 11cm del pericardio y el animal siga vivo, pero eso fué lo que ocurrió, aunque no podemos explicar cómo.

  
Una vez que el palo se rompe en esófago, sólo hay dos opciones posibles, la primera sería que el palo atraviese directamente desde el esófago hasta el corazón, y la segunda posibilidad sería que el palo llegue al estómago y desde ahí atraviese el diafragma y vaya hacia el corazón.

Ambas opciones son posibles desde un punto de vista físico, pero muy difíciles de justificar desde un punto de vista fisiológico, pues el perro estuvo relativamente bien tres días, y una herida en el esófago no perdona tres días, y si fuese desde estómago seguramente habría peritonitis.

Entre los veterinarios que trabajan con ganado vacuno, hay casos de vacas que se tragaron un clavo y luego migró desde el retículo a la base del corazón, sin producir peritonitis, pero sí graves alteraciones cardíacas que luego se hacen patentes tras el sacrifico del animal.

Personalmente creo que nuestro yorkshire pudo pasar por una situación similar, pero es más probable que el palo migrase desde el esófago, pues era un palo fino y afilado que sólo produciría un pequeño desgarro que la musculatura del esófago podría sellar, y luego, al llegar al pericardio se produjo una gran cantidad de líquido en un intento de englobar ese cuerpo extraño y preservar la musculatura cardíaca.

En cualquier caso, nuestro paciente se encuentra bien, y el caso ha pasado de ser una situación dramática, a una historia que vuelve cuando comentamos casos curiosos de la clínica.


Finalmente, si alguien tiene alguna opinión que aportar, o puede contar algún caso parecido, le ruego que lo haga en la sección de comentarios, al final de este artículo.