Pincho Moruno
Aunque éste es un blog de
traumatología veterinaria, en esta ocasión quiero compartir un caso
especialmente atípico de cirugía torácica.
Denominamos pinchos morunos a una
preparación culinaria consistente en unas varillas o palitos de madera, que
atraviesan unos trozos de carne, sóla o con verduras, y que se suelen preparar
asados.
Es un plato muy popular y admite mil combinaciones, pero su denominador
común son los palitos que atraviesan la carne.
Hace ya algún tiempo, los
propietarios de nuestro paciente, un Yorkshire macho, de 5 kg y 3 años, estaban
preparando unos pinchos morunos de pollo, y en un descuido de sus dueños, el
animal robó uno de ellos, y para que no pudiesen quitárselo, trató de tragarlo
entero.
Lógicamente no pudo engullir todo el palo, se atragantó, estuvo
tosiendo, el palo se partió, y el animal trató de expulsarlo.
En un primer
momento los dueños sólo encontraron una mitad del palo, pero aparentemente su
perro parecía que estaba bien, y no le dieron más importancia.
Tres días después, el animal
empieza a dar signos de que no se encuentra bien, pero ese día están ocupados y
lo llevan al veterinario al cuarto día.
Tras una exploración inicial, se
encuentran síntomas respiratorios y cardíacos, y se empieza el estudio por una
radiografía de tórax, en la que principalmente se aprecia un corazón grande,
globoso y con líquido alrededor.
En el estudio ecográfico salta la
sorpresa, al apreciarse una estructura lineal en el pericardio del paciente.
He subido el vídeo, para que lo
podáis apreciar de un modo más directo.
En ese momento los dueños
recuerdan el episodio del pincho moruno y todo parece indicar que el trozo del
palo que se partió ha atravesado el pericardio y ha llegado al corazón.
La sorpresa es tremenda, pero
está claro que para que el animal tenga posibilidades de curación, la única
solución posible es tratar de extraer ese cuerpo extraño, y preparamos todo para una cirugía torácica.
Expongo la foto del momento de la
extracción del palo:
Y para completar el artículo, también
he subido el vídeo del momento:
Efectivamente se trataba del
trozo del pincho moruno que se partió días atrás y había llegado hasta el corazón.
Parece inverosímil que de un perro de 5 kg pueda extraerse un palo de 11cm del
pericardio y el animal siga vivo, pero eso fué lo que ocurrió, aunque no
podemos explicar cómo.
Una vez que el palo se rompe en
esófago, sólo hay dos opciones posibles, la primera sería que el palo atraviese
directamente desde el esófago hasta el corazón, y la segunda posibilidad sería
que el palo llegue al estómago y desde ahí atraviese el diafragma y vaya hacia
el corazón.
Ambas opciones son posibles desde
un punto de vista físico, pero muy difíciles de justificar desde un punto de
vista fisiológico, pues el perro estuvo relativamente bien tres días, y una
herida en el esófago no perdona tres días, y si fuese desde estómago
seguramente habría peritonitis.
Entre los veterinarios que
trabajan con ganado vacuno, hay casos de vacas que se tragaron un clavo y luego
migró desde el retículo a la base del corazón, sin producir peritonitis, pero
sí graves alteraciones cardíacas que luego se hacen patentes tras el sacrifico
del animal.
Personalmente creo que nuestro
yorkshire pudo pasar por una situación similar, pero es más probable que el
palo migrase desde el esófago, pues era un palo fino y afilado que sólo produciría
un pequeño desgarro que la musculatura del esófago podría sellar, y luego, al
llegar al pericardio se produjo una gran cantidad de líquido en un intento de
englobar ese cuerpo extraño y preservar la musculatura cardíaca.
En cualquier caso, nuestro
paciente se encuentra bien, y el caso ha pasado de ser una situación dramática,
a una historia que vuelve cuando comentamos casos curiosos de la clínica.
Finalmente, si alguien tiene
alguna opinión que aportar, o puede contar algún caso parecido, le ruego que lo
haga en la sección de comentarios, al final de este artículo.
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