lunes, 29 de enero de 2018

Luxación tibio tarsal



Luxación tibio tarsal


Las luxaciones tibio tarsales, también llamadas luxaciones talo crurales, se producen cuando la tibia distal (y el peroné) se separa del astrágalo del tarso, y para ello es necesario que se rompa la cápsula articular y probablemente los ligamentos colaterales.

Suelen ser debidas a traumatismos laterales ó rotacionales y en la reparación es necesario reducir la luxación, y luego decidir si se hace artrodesis ó reponer los ligamentos colaterales rotos y colocar también unos fijadores externos que inmovilicen la articulación durante un tiempo para dar opciones a regenerarse los tejidos blandos dañados en el traumatismo.

En el caso que presento hoy, nuestro paciente es un perro de caza, un Spaniel, macho de 15 kg, tres años, y que ha sufrido un atropello. El paciente presenta una cojera de no apoyo de su extremidad posterior derecha y hay una clara inestabilidad en la región del tarso.

Comenzamos el estudio radiográfico y se obtienen las siguientes imágenes:



luxación talo crural perros



luxación talo crural perros


Evidentemente el diagnóstico está claro, el paciente sufre una luxación completa tibio tarsal, con fractura oblicua y distal del peroné.

Ante un caso así, se evalúan distintas opciones quirúrgicas. 
La primera opción, por ser la más evidente sería proponer una artrodesis y fijar la articulación con una placa de osteosíntesis. Es una buena opción para un perro de compañía, pero en un animal destinado a la caza, es probable que después de un largo día en el campo hubiese una cojera de la extremidad e incluso si el ejercicio es muy continuado podría haber un aflojamiento de los implantes y sería necesaria una segunda cirugía para retirarlos.

La segunda opción sería reducir la artrodesis y tratar de reponer los ligamentos colaterales. Para ello es necesario que las superficies articulares estén intactas, y que no haya una herida abierta por donde podría contaminarse todo.

El propietario quería que el perro conservase la máxima funcionalidad y por lo tanto nos decidimos por la segunda opción. El ligamento colateral medial está roto, pero el ligamento colateral lateral está intacto y unido al fragmento distal del peroné, aunque como no es posible fijar el peroné por ser un hueso muy fino, lo que se hizo (una vez reducida la luxación) fué colocar anclajes en tibia distal y tarso, de ambos lados, para poner unos ligamentos extracapsulares de nylon que refuerzan la articulación y luego se combinó todo con unos fijadores externos.

Veamos las imágenes radiográficas del post operatorio inmediato:




luxación talo crural perros


luxación talo crural perros


En la parte medial el fijador externo es más largo porque era la zona más débil, mientras que en la parte lateral, donde el ligamento colateral estaba sano y sólo había fractura del peroné el fijador externo se hizo un poco más corto porque el daño era menor, aunque probablemente también habría estado bien poner tres agujas de cada lado.

Tras la cirugía el paciente debe permanecer confinado en un pequeño espacio, para evitar una excesiva actividad en fases tempranas, y se le debe permitir salir todos los días para dar pequeños paseos con correa, caminando despacio, para favorecer el apoyo de la extremidad, mantener la masa muscular y potenciar la cicatrización.


Los fijadores se pueden retirar después de 4 ó 5 semanas, y luego todavía tendrá que permanecer controlado y caminar con correa un par de semanas más antes de permitirle un regreso progresivo al ejercicio.