jueves, 29 de abril de 2021

Fractura conminuta de fémur

 


Fractura conminuta de fémur

 

 

Las fracturas conminutas presentan múltiples fragmentos y no permiten una reducción anatómica precisa, pues generalmente hay pequeñas astillas óseas que no se pueden reponer a su sitio y en la reducción quedarán defectos óseos que posteriormente deberán ser cubiertos por el callo óseo durante el proceso de cicatrización.

Además, es importante hacer una manipulación cuidadosa de los huesos para no desvitalizar ningún fragmento y provocar un secuestro óseo.

También es necesario tener en cuenta que si no hay continuidad de las corticales óseas es posible que la placa pueda romperse, si dejamos que toda la fuerza se concentre en un solo punto, y para evitar esto, será necesario dejar varios espacios de la placa vacíos, ó colocar varios implantes.

 

Para ilustrar esta pequeña introducción presento el caso de un cachorro de Pastor Alemán de 4 meses y 16 kg, que cayó de una terraza y presentaba la siguiente fractura:

 






Aunque pueda parecer una fractura simple, hay varios fragmentos sueltos, hay un trozo de hueso dentro del canal medular del fémur distal, y varias fisuras que complican bastante el cuadro clínico, además de la superposición de los fragmentos óseos y las líneas de crecimiento del fémur distal, típicas de los cachorros.

 

Durante la cirugía, tras intentar la reducción ósea, era evidente que los fragmentos no podían encajar bien, y además había un defecto óseo importante, por el fragmento de hueso que estaba dentro de canal medular, y que una vez extraído ya no era útil, porque no estaba unido a tejidos blandos.




Para estabilizar la fractura y lograr compensar los defectos óseos, se colocaron dos placas ortogonales, teniendo cuidado de no dañar las líneas de crecimiento del fémur distal, y aprovechando al máximo el espacio disponible




 

Veamos las radiografías de control post operatorio:




 




Hay cuatro tornillos de 3,5 mm en el fragmento proximal, tres tornillos en el fragmento distal, se respetan las líneas de crecimiento, y las dos placas ortogonales ofrecen una buena fijación, que proporciona la estabilidad suficiente para que se forme un  callo óseo, que permita la cicatrización de la fractura.