Fractura por mordedura
En esta
entrada, comentaré el caso de un perro de aguas, de 8 años y 25 kg con una
fractura de cúbito y radio producida por la mordedura de otro perro, mucho
mayor que nuestro paciente, y que le produjo una fractura conminuta de cúbito y
radio distal.
Puesto que
ha sido mordido por otro perro, es una fractura abierta, de grado II según la
clasificación de Gustilo y Anderson. Es por tanto una fractura contaminada que
no debe ser intervenida de modo inmediato, sinó que es preciso controlar
inicialmente la contaminación con
antibióticos, y sólo cuando el proceso infeccioso esté controlado podrá
programarse la cirugía.
Veamos en
primer lugar el estudio radiográfico previo a la cirugía, comenzando por la
vista antero posterior:
Ahora
presentamos también la vista medio lateral:
Era una
fractura diafisaria conminuta y contaminada de cubito y radio. Como ya comenté
anteriormente, en este tipo de fracturas lo primordial es controlar la
contaminación, por lo tanto, en ocasiones puede hacerse una estabilización
mediante fijadores externos mientras los tejidos blandos van cicatrizando, pero
en este caso en concreto simplemente mantuvimos al paciente inmovilizado
durante una semana hasta que consideramos que era el momento adecuado para
intervenir el paciente colocando una fijación interna con una placa de acero.
Una placa de titanio hubiera sido incluso una opción mejor pues el titanio es
más resistente a la infección y más biocompatible con el hueso.
Se le colocó una placa de neutralización, de doble
ancho, para tornillos de 3,5 mm de diámetro, tratando de interferir lo mínimo
posible con los tejidos blandos, de modo que se perturbase lo mínimo la
vascularización de los fragmentos, evitando un abordaje amplio y respetando al
máximo la cicatrización inicial de la herida.
Esta es la
imagen intra operatoria de la placa colocada:
Si os
fijais en el color de los tejidos blandos puede apreciarse una tonalidad más
oscura en algunas zonas debido a los daños provocados por el mordisco, que
todavía no están totalmente recuperados.
Y esta es la imagen radiográfica post
operatoria medio lateral:
Como puede
apreciarse, se aplicaron 8 tornillos, y aunque parezca que hay un tornillo en
el foco de fractura, en realidad está colocado muy cerca y monocortical, para
evitar dejar un punto de debilidad en la placa.
Veamos
ahora la imagen antero posterior:
La
colocación de la placa no es absolutamente perfecta, pero era primordial hacer
un abordaje escaso y dañar lo mínimo posible los tejidos blandos. Por la misma
razón se respetaron los fragmentos sueltos,
que de otro modo no habrían quedado sin sujección.
La
estabilidad anatómica y el control de la infección fueron suficientes y la
evolución del paciente fue muy buena. En pocos días el paciente estaba apoyando
la extremidad, y no hubo complicaciones
post quirúrgicas.
Como viene
siendo habitual, al mes de la cirugía realizamos un control radiográfico en el
que ya se aprecian los primeros signos de consolidación.
Esta es la
vista medio lateral que nos confirma que
la cicatrización evoluciona adecuadamente:
En la
imagen radiográfica da la sensación de que el carpo está un poco hinchado, pero
la movilización de la articulación no era dolorosa y el proceso era debido a
una dermatitis por lamido que se controló fácilmente. De continuar con esta
evolución favorable, en pocos meses la consolidación se habrá completado.