Fractura de cúbito y
radio
Ya he publicado entradas anteriores con fracturas de cúbito y
radio, donde he intentado reflejar distintas técnicas de resolución, desde la
placa en “T” para fracturas muy distales, típicas de animales muy pequeños,
pasando por las resoluciones mediante
una combinación de placa en radio y aguja en cúbito, hasta las fracturas en
pacientes de gran talla, como es el caso que presento en esta ocasión, donde es
necesario colocar dos placas, una en cúbito y otra en radio para lograr
suficiente estabilidad mecánica.
Como ya acabo de comentar, en esta ocasión, nuestro paciente
es un animal relativamente grande, se trata de un cruce de mastín, macho de año
y medio de edad, con un peso de 40 kg, y que ha sufrido un atropello, como
consecuencia del cual aparece con una cojera de no apoyo de su extremidad
anterior izquierda.
Comenzamos el estudio radiográfico y se obtienen las
siguientes imágenes:
El diagnóstico es evidente, se trata de una fractura
diafisaria transversa de cúbito y radio de su extremidad anterior
izquierda.
En un paciente de esta talla, los fijadores externos son una
opción posible, puesto que hay implantes de su tamaño, pero resultan bastante
incómodos pues suelen tropezar con todo e incluso pueden hacerse daño ellos
mismos, a otros perros ó a las personas que estén cerca. Por lo tanto se
planteó la opción de hacer una fijación interna con placas y tornillos, pero
debido al diámetro de ambos huesos no bastaría con poner sólo una placa en
radio sinó que era necesario fijar cúbito y radio con dos placas.
En la resolución de la fractura se utilizó una placa de doble
ancho para tornillos de 3,5 mm de diámetro sobre el radio y también una placa
para tornillos de 2,7 mm de diámetro en el cúbito.
Veamos las radiografías del control post operatorio:
Tras la cirugía es importante que el paciente permanezca
confinado en un espacio pequeño, evitando movimientos demasiado bruscos en
fases tempranas de la cicatrización para favorecer la correcta y rápida
recuperación, pero los propietarios no siempre siguen nuestros consejos y el
perro estuvo caminando y saltando más de lo deseable, y a pesar de todo no
presentaba signos de cojera.
Al mes de la cirugía se le hicieron las siguientes
radiografías de control.
A pesar de que no estaba guardando el reposo que se le había
aconsejado la fractura estaba cicatrizando lentamente, y el paciente seguía
utilizando su extremidad casi con absoluta normalidad.
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