Tumores
ungueales caninos
Hay varios tipos de lesiones que afectan a los dedos de los pies. Entre los procesos no neoplásicos están los quistes interdigitales, furunculosis, callos digitales, histiocitomas, abscesos o pequeños cuerpos extraños.
Respecto a los procesos neoplásicos, hay tumores benignos como los quistes de inclusión, los papilomas escamosos invertidos y los queratoacantomas. Y también existe la posibilidad de que sean tumores malignos tales como el carcinoma de células escamosas, el melanoma, el osteosarcoma, y el hemangiopericitoma.
En todos los casos los síntomas son muy similares: cojeras, inflamaciones locales, puede existir osteólisis de la última falange y siempre veremos deformidades en el crecimiento de las uñas y/ó pérdida de las mismas.
Los tumores digitales son más frecuentes en perros mayores de 10 años, y los perros de talla grande con pelaje oscuro, junto con los caniches, tienen más posibilidades de desarrollar carcinoma de células escamosas.
Puesto que no hay forma macroscópica de diferenciarlos con seguridad, ante la presencia de cualquier proceso que produzca deformidades del crecimiento de las uñas y osteólisis localizada, se recomienda la amputación, con amplios márgenes quirúrgicos. Aunque los propietarios inicialmente puedan rechazar esa opción, está demostrado que es la mejor alternativa, y los pacientes tienen una tolerancia excelente a la amputación, y una rápida adaptación.
Revisando la bibliografía he encontrado un estudio retrospectivo de Wobeser BK y cols. (Vet Pathol 2007) y Marino DJ y cols. (JAVMA 1995) que dice que de 500 dedos amputados. el laboratorio determinó que el 60% de los casos eran procesos tumorales malignos, (de ellos el 50% de los casos eran carcinomas de células escamosas) mientras que el 40% restante estaba dividido a partes iguales entre tumores benignos y procesos inflamatorios. Cuando se apreciaba lisis ósea el 83% de los casos eran tumores malignos y el 17% eran procesos benignos.
Después de este pequeño resumen, veamos un caso par de casos clínicos.
Nuestro primer paciente es una perrita de raza Bulldog francés, hembra, de unos 8 años y 11 kg, con una uña que crece de forma excesiva. El paciente no tiene cojera ni signos de dolor, pero hace ya unos 6 meses que presenta una clara deformación en una uña de su extremidad anterior derecha.
Decidimos hacer un estudio radiológico y se obtiene la siguiente imagen:
Aunque el paciente no presentaba ningún síntoma, era evidente que existía lisis ósea y se propuso la amputación con amplios márgenes quirúrgicos. (Se hizo también radiografía torácica sin alteraciones destacables).
Veamos la radiografía de control post operatorio:
Como puede apreciarse en la imagen anterior el corte se hizo a la altura de la articulación entre el metacarpo y la primera falange, eliminando de esta forma la almohadilla plantar, las dos últimas falanges sanas y todos los tejidos blandos circundantes.
La pieza amputada se envió al laboratorio que diagnosticó un queratoacantoma con osteomielitis asociada. Era un tumor epitelial benigno, extirpado con amplios márgenes quirúrgicos, y de pronóstico muy favorable.
Curiosamente poco tiempo después llegó un segundo caso muy similar. El segundo paciente era otro bulldog francés, esta vez un macho de unos 9 años y unos 13 kg. El animal presentaba una cojera leve, de grado II sobre V, y una pequeña inflamación a nivel del tarso derecho, con deformación en el crecimiento de la uña.
En el estudio radiográfico se obtienen las siguientes imágenes:
Puesto que había osteólisis se propuso la amputación y estudio anatomopatológico de la falange. (Además se le hizo también una radiografía torácica sin alteraciones destacables).
Esta fue la imagen radiográfica de control post operatorio:
Como puede apreciarse en la imagen radiográfica anterior, el corte se hizo también a nivel de la articulación metacarpo falangiana, eliminando la almohadilla plantar y la uña amputada no era muy diferente al primer caso.
El diagnóstico histopatológico fue Sarcoma de tejidos blandos digital de grado I.
Se trata de un tumor maligno de estirpe mesenquimal de bajo grado de malignidad (grado I). Este tipo de neoplasias muestra esencialmente una malignidad local. El tratamiento indicado es la extirpación completa, dejando amplios márgenes quirúrgicos, (amputación digital completa, tal y como se ha hecho), y efectuar una vigilancia y un seguimiento periódico del paciente.
Estos dos casos anteriores son muy similares desde un punto de vista macroscópico, pero mientras que el primer caso era un tumor benigno y de pronóstico favorable, en el segundo caso, a pesar de ser prácticamente igual externamente, se trataba de un tumor maligno, con un pronóstico peor a largo plazo, que de no amputarse podría haber hecho mucho más daño al paciente.
Precisamente por casos como el segundo, recomendamos hacer radiografías de todos los crecimientos anómalos de las uñas, y en caso de que exista osteólisis es necesario amputar la falange afectada, e incluso toda la almohadilla plantar para que en caso de que resulte un tumor maligno, no haya que hacer una segunda intervención más agresiva.