Fracturas de Húmero
Generalmente en traumatología, cada región anatómica tiene un
abordaje preferente, intentando colocar siempre los implantes en la cara de
tensión del hueso, pero en el húmero existen varias opciones, puesto que la
cara de tensión es cráneo medial, y esto permite colocar implantes en la cara
cráneo lateral, pero también en la cara medial.
Aunque ya he publicado anteriormente otros casos de fracturas
de húmero, quiero aprovechar este artículo para presentar dos nuevos casos, resueltos
de una forma muy parecida, pero con abordajes diferentes.
El primer caso es una gata que fue recogida por una
protectora, con una fractura de húmero, por un disparo con una escopeta de
perdigones.
Veamos las radiografías de control preoperatorio:
Se trata de una fractura metafisaria conminuta, no
reconstruible, que se resolvió con una placa puente y un clavo intramedular,
mediante un abordaje lateral.
Veamos las radiografías de control post operatorio:
Aprovechando bien el espacio se pudieron poner tres tornillos
en cada fragmento, y junto con el clavo intramedular aportan una fijación
suficiente para que ese hueso pueda curar, a pesar de la fractura conminuta en
la zona metafisaria central.
La retracción muscular acercará los fragmentos óseos a la
zona central, y se formará un gran callo óseo que englobará todo,
restableciendo la continuidad ósea.
Veamos el segundo caso, un cachorro recogido por una
protectora local, que tiene una fractura humeral. El problema es que el pobre
animal desarrolló una parvovirosis, estuvo dos semanas con tratamiento, y
cuando empezó a recuperarse lo suficiente para soportar una cirugía, se hizo el
estudio radiológico:
El mayor problema en este caso era el tiempo que había pasado
desde la fractura, que había permitido una retracción muscular importante, así
como una gran fibrosis peri-fractuaria que dificultaba mucho la resolución de
la fractura.
Para lograr una mayor visualización de la fractura, así como
un abordaje mas amplio para eliminar la fibrosis entre los fragmentos, y lograr
una buena reducción ósea se hizo un abordaje medial.
El abordaje medial del húmero es algo más complicado por las
importantes estructuras vasculares y nerviosas que nos vamos a encontrar, pero
si se supera esa importante dificultad técnica, tenemos la ventaja de que la
cara medial del húmero es más plana y resulta más fácil reducir la fractura y
colocar la placa. Además en este caso había mucha fibrosis y se necesitaba un
abordaje amplio, por lo que considero que en este caso entrar por la cara
medial fue de gran ayuda.
Como apunte adicional, el abordaje medial es imprescindible
para las fracturas bilaterales de codo, ó lo que es lo mismo, fracturas de
húmero distal en “T” por lo tanto es bueno tener amplia experiencia en este
abordaje antes de emprender la resolución de ese tipo de fracturas, como
comentaré en el siguiente artículo.