sábado, 14 de septiembre de 2013

Fractura de fémur distal en gato

Fractura de fémur distal en gato


Los gatos sienten un interés casi hipnótico por todo lo que ocurre al otro lado de la ventana, y es frecuente verlos apoyados en el cristal observando todo lo que ocurre en la calle, pero puede ocurrir que un día la ventana esté abierta, e irremediablemente ese día el gato saltará al borde para curiosear, y finalmente termine cayendo a la calle. Es un fenómeno que se repite con tanta frecuencia que ya tiene su nombre propio, a esos gatos que se precipitan desde ventanas y terrazas se les llama gatos paracaidistas.

Los gatos paracaidistas son pacientes habituales en el servicio de urgencias de cualquier clínica. Cuando recibimos un paciente así, lo primero es evaluar posibles alteraciones neurológicas, cardio respiratorias y hemodinámicas, para luego preocuparnos de cosas menores que pueden parecer muy importantes pero no comprometen su vida.

En esta exploración inicial es frecuente hacer una radiografía lateral que incluya todo el paciente (una gatografría) y permita descartar múltiples patologías, a la vez que puede revelar otras que tal vez no habíamos apreciado.


gato paracaidista


En esta vista inicial,  descartamos neumotórax, y es probable que la vejiga no se haya roto, también sabemos que el paladar duro no estaba roto porque lo habíamos comprobado previamente, pero a la vez revisamos sus huesos y nos fijamos en su rodilla derecha.
En cuanto el estado del paciente lo permita, retomaremos la exploración radiográfica, ya centrados en su rodilla derecha, y comenzamos con una vista ventro dorsal de sus caderas que nos dará un plano más completo de posibles lesiones asociadas.


fractura femur en gato

Tras esta imagen ya tenemos más claro que el problema está únicamente en el fémur derecho distal, descartamos otras patologías asociadas de sacro, pelvis, fémur izquierdo, etc  y finalmente haremos la proyección radiográfica medio lateral del fémur derecho para visualizar el alcance total de la fractura:



fractura fémur felino gato


Se trata de una fractura conminuta metafisaria distal de fémur derecho en un paciente joven, que todavía no ha cerrado totalmente la línea de crecimiento de la cresta tibial pero que indudablemente está ya en la fase final de su desarrollo.

Cuando este tipo de fracturas se presentan en la epífisis distal, el tratamiento clásico es poner dos agujas de Kirschner cruzadas  que realinean el hueso y junto con el ligamento rotuliano estabilizan la fractura, pero en este caso las fractura está ligeramente desplazada dorsalmente y parece que las dos agujas ya no lograrán una fijación tan estable como la que podría lograrse con una placa de osteosíntesis. 
El problema es que el fragmento distal mide apenas 2 cm, y debo colocar  tres tornillos en ese espacio. Para este tipo de fracturas existen unas placas en L adaptadas a la curvatura final del fémur, y que además son distintas si se trata del fémur derecho ó del izquierdo, que suelo tener en reserva para un caso así, pero en el momento de la cirugía aunque tenía varias, no tenía ninguna adaptada al tamaño del paciente, y decidí aprovechar al máximo el espacio y poner una placa recta con tornillos de 2 mm.
Tras colocar la placa, debido a la conminución de los fragmentos, quedaba un importante defecto óseo en la cara opuesta, y para reforzar la fijación y evitar que la placa acabase rompiéndose, puse una aguja de Kirschner desde el cóndilo medial del fémur, que compensaba la concentración de fuerzas en la zona del defecto óseo, aunque hubiera sido posible lograr el mismo resultado con un fijador externo, pero no me gusta poner fijadores externos en fémur, y mucho menos en un gato, por lo tanto completaba la fijación interna sin tener complicaciones adicionales.

Esta es la imagen intra operatoria de como quedaron los implantes:


Agujas en fémur distal felino


Si os fijáis un poco, en el lado opuesto a la placa se aprecia la aguja de Kirschner, aunque en las radiografías de control post operatorio puede comprenderse mejor el defecto óseo y la fijación. Comenzamos por la vista medio lateral:



radiografía con placa y agujas fémur felino


Y ahora presento la vista antero posterior del mismo paciente.


placa y aguja intramedular fémur gato


La evolución posterior fue muy buena, comenzó a apoyar al segundo día y en una semana caminaba casi normal. En estos casos, los gatos suelen ser pacientes muy agradecidos, pero el dueño debe comprender que su paciente camina porque los implantes mantienen la rigidez y alineación ósea, pero el paciente no está curado, y deben mantenerse los periodos de reposo hasta lograr la cicatrización  real de la fractura.

Siguiendo el protocolo, al mes se le realizan las radiografías de control, logrando la siguiente imagen:


callo óseo en fémur gato


callo óseo fémur gato



Como puede apreciarse, todavía no ha cicatrizado pues había un gran defecto óseo pero se está formando un gran callo que abarca toda la zona donde no teníamos hueso, siguiendo la evolución normal de todas las fracturas. Primero se forma un coágulo en la zona de la fractura, luego se llena de redes de fibrina, y en una fase posterior se calcifican, de hecho, en la parte externa del callo óseo ya se aprecia un puente de fibrina calcificándose, que terminará por cubrir toda la fractura.


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