Fisura en el paladar
Las fisuras en el techo del paladar son
hallazgos comunes en cachorros de razas braquicéfalas y se producen cuando las dos partes del paladar no se unen
durante el desarrollo fetal, originando una comunicación anormal entre las
cavidades oral y nasal debido a un cierre incompleto del paladar. Pueden ser
debidas a causas genéticas, déficits nutricionales (carencia de acido fólico) y
otras alteraciones como infecciones intrauterinas, traumas, ó procesos
hormonales. Habitualmente esta patología en cachorros se denomina paladar hendido (palatosquisis) o fisura
palatina congénita.
Además, patologías
muy similares también pueden observarse en gatos que han sufrido algún
traumatismo importante, (los típicos
“gatos paracaidistas”) de modo que si
tenemos un paciente felino que ha caído o saltado desde una altura importante,
además de comprobar posibles lesiones óseas, siempre deberemos descartar la
presencia de un neumotórax, y por supuesto, comprobar que no se ha producido
una fisura oronasal traumática.
Otras
causas que pueden crear comunicaciones patológicas entre las cavidades oral y
nasal son las fístulas oronasales producidas por enfermedad peridontal grave,
con pérdida de piezas dentarias y comunicación por trayectos fistulosos entre
boca y nariz, pero en este caso la comunicación no es a nivel de la fisura
palatina, sinó que está localizada en la zona donde se ha perdido la pieza
dentaria.
En ocasiones la fisura puede descubrirse en
una revisión ordinaria de un paciente recogido de la calle, como en el caso que
expongo hoy, donde un cliente nos trae un gato recogido de la calle con
dificultades en la deglución, y al hacer la exploración de la boca nos
encontramos con la patología que muestro en la siguiente imagen:
Se trata de una fisura probablemente de origen traumático que
establece una comunicación entre el paladar duro y la cavidad nasal del
paciente, dificultando la deglución.
La solución a este tipo de problemas suele hacerse mediante
colgajos bipediculados deslizantes, haciendo incisiones relajantes laterales,
levantando el mucoperiostio de ambos lados y suturando en la línea central. Una
variación de la técnica es el colgajo superpuesto que rota sobre su extremo
medial y se sutura del otro lado. Pero este tipo de cirugías tiene el
inconveniente de que suele haber bastante tensión, y los gatos toleran mal la
tensión en el paladar, donde además su lengua tan rugosa puede provocar
fácilmente una dehiscencia de las suturas.
Una alternativa a este tipo de cirugías es hacer un colgajo
rotacional que puede ser simple o doble, para rotar hacia distal el
mucoperiostio y suturar el defecto. Para
que se entienda un poco mejor añadiré una imagen:
Con este tipo de cirugías se logra un colgajo muy grande que
permite cerrar grandes defectos sin crear demasiada tensión y pueden ser la
alternativa ideal a las cirugías clásicas de colgajos bipediculados deslizantes
ó superpuestos.
Pero hay un último detalle que todavía no he mencionado y
complica la cirugía, pues en todo momento debe preservarse las arterias
palatinas mayores que emergen de los agujeros palatinos situados a nivel del
borde caudal del cuarto premolar superior, a medio camino entre la línea media
del paladar y el diente, y discurren craneales para anastomosarse detrás de los
incisivos. Por lo tanto el esquema de
trabajo debe contemplar éstas arterias y será el siguiente:
Aunque es una cirugía muy sangrante, si tenemos especial
cuidado de no dañar las arterias palatinas mayores, todo lo demás puede diseccionarse
sin demasiadas complicaciones:
Para esta cirugía se hizo inicialmente un planteamiento de transposición
bilateral, pero luego sólo con rotar uno de los fragmentos pudo cerrarse el
defecto, tal y como se aprecia en la siguiente imagen:
Tras la cirugía el paciente no puede comer, por lo tanto
debemos aplicar medidas para prevenir una dehiscencia de las suturas, colocando
una sonda nasogástrica ó una sonda esofágica.
El defecto creado a nivel lateral se deja cicatrizar por segunda intención, sólo es importante hacer un bien cierre (completo y sin tensión) de la fisura.
Cuatro días después el proceso de cicatrización ya había
comenzado y tenía el aspecto que podemos apreciar en la siguiente imagen:
La cicatrización de la cavidad oral suele ser muy rápida y en
pocos días habrá terminado de soldarse.
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