Fractura y luxación de codo
Todos los
que de alguna manera nos dedicamos a la traumatología sabemos que en ocasiones
las cirugías se complican, ya sea por errores propios, por errores del
propietario o por una combinación de ambos, y el caso que presento aquí es un pequeño ejemplo más de
cómo una cirugía puede complicarse.
Nuestro
paciente era un pequeño chihuahua de apenas 2kg, con una fractura de codo tras
una desafortunada caída.
Para
resumir un poco la parte inicial, pasaremos un poco más rápido por la primera
fractura.
Comenzamos el caso con una vista antero posterior del codo:
Hay una
fractura del proceso lateral del cóndilo humeral derecho, Salter Harris tipo
IV.
En un
animal tan pequeño, podría hacerse una fijación con un tornillo intercondilar,
pero preferí aplicar dos agujas de Kirschner sujetando el fragmento al cóndilo,
y luego otras dos agujas en la parte dorsal del mismo, para fijar la reducción
y evitar la migración dorsal.
Veamos las
radiografías de control:
Hasta aquí
todo normal. La reducción era buena, la fijación estable y la evolución era la
adecuada, pero dos semanas más tarde, dejaron al paciente en un parque para
bebés, con red todo alrededor y al intentar trepar por la red, se hizo daño,
dejó de apoyar, y unos días después vino
a control.
La
exploración del codo mostraba una articulación incongruente, con incremento de
volumen, crepitaciones, dolor y una importante inflamación. En un principio
parecía que se había arrancado los implantes, pero se le hace una radiografía de
control y observamos lo siguiente:
En la
imagen anterior comprobamos que el fragmento fijado con agujas permanece en su
lugar, pero el paciente presenta ahora una luxación lateral de codo, que no es
una complicación habitual de este tipo de fracturas, y muy probablemente sea
derivada de un mal control post operatorio, pero tenemos un paciente operado de
un codo que no está caminando y debemos resolver el nuevo problema.
Ante una complicación así, lo ideal es
anestesiar al paciente, reponer el codo a su sitio y luego comprobar la
estabilidad de los ligamentos colaterales que pueden estar rotos, pero la propietaria no nos dejó hacer nuestro
trabajo (rechazó la cirugía) y sólo se pudo sedar al paciente, y reponer el codo
a su posición fisiológica
para luego aplicar un vendaje inmovilizante durante una
semana, con el argumento de que en pacientes muy pequeños tal vez pueda ser
suficiente para lograr estabilidad y que se produzca la fibrosis necesaria para
estabilizar la articulación, pero no fue suficiente, y casi al día siguiente de
retirar el vendaje el paciente volvía a tener la luxación lateral de codo.
Puesto que
el vendaje no fue suficiente, se propone nuevamente una técnica quirúrgica de
reducción abierta y reposición de los ligamentos colaterales rotos. Para saber
que ligamento colateral está roto, una vez resuelta la luxación, se coloca el codo
en 90º y el carpo en 90º (como en el test de Campbell) y se giran los dedos hacia lateral y hacia
medial, comparando con la otra extremidad.
De forma
fisiológica, al rotar los dedos internamente el antebrazo gira hasta 70º que pueden llegar a 140º si está
roto el ligamento colateral lateral, y si rotamos los dedos externamente se
logra un ángulo de rotación de 45º que pueden llegar a 90º si está roto el
ligamento colateral medial.
Nuestro
paciente rotaba internamente la mano probablemente hasta 140º, por lo
tanto tenía roto el ligamento colateral
lateral.
Una vez
diagnosticada la lesión se debe reponer el ligamento roto, con dos tornillos y
un cerclaje de acero en ocho, ó en un paciente tan pequeño con dos agujas y un
cerclaje de nylon.
Esta es la
imagen intra operatoria del cerclaje:
Y ahora
expongo las imágenes radiográficas post operatorias que nos permiten apreciar
la cirugía:
Como se
observa, se aprovechó la fijación intercondílea del húmero y en radio se colocó
otra aguja de Kirschner. Es probable que se pudiese hacer con un tornillo de 2
mm pero el diámetro del cúbito proximal en un perro tan pequeño no es muy
amplio y una aguja de 1 mm da una fijación estable y suficiente.
Tras esta
nueva cirugía, el paciente apoya la extremidad y evoluciona adecuadamente,
aunque como viene siendo habitual en estos casos, ha perdido algo de rango articular,
pero está caminando, no tiene dolor, y todos esperamos no tener que
reintervenir nuevamente ese codo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario