Fractura de tibia
Aunque
se suelen publicar los casos que no dan complicaciones, a veces los cirujanos
cometemos errores, y en esta ocasión presento un caso en el que inicialmente
elegí una técnica de resolución inadecuada.
Nuestro
paciente en esta ocasión es una perrita mestiza, de 8 meses, pero ya pesa 32 kg, que ha sufrido un traumatismo en su extremidad posterior derecha y presenta una
cojera de no apoyo, con inestabilidad en la tibia.
Comenzamos el
estudio radiográfico, y se obtienen las siguientes imágenes:
Se trata de una fractura
diafisaria, oblicua, y casi espiroidea, porque hay una línea de fractura que
baja hasta tibia metafisaria distal. Puesto que el paciente es muy joven, y
tiene un alto potencial de cicatrización, inicialmente pensé en hacer una
resolución con dos mini abordajes, uno en tibia proximal y otro en tibia
distal, para colocar una placa por mínima invasión. No tengo la imagen intraoperatoria
exacta de este paciente, pero pondré una foto de un caso similar donde se
empleó la misma técnica.
La idea podría parecer
adecuada, y de hecho al palpar la fractura y ver que estaba alineada pensé que
podía ser una buena opción, pero luego en el control post operatorio hubo una
sorpresa inesperada
La tibia está alineada, pero
los fragmentos se han desplazado por la contracción muscular, y el resultado es
inaceptable. Entonces no tuve más remedio que volver a quirófano y hacer una
resolución adecuada, con un abordaje mayor, para colocar nuevamente una placa
de 3,5 mm de doble ancho, con la torsión adecuada, y para mantener la reducción
inicial puse dos tornillos, en un plano cráneo caudal, que luego me ayudaron
mucho para poder colocar la placa en un plano medio lateral. Veamos las
radiografías de control post operatorio:
El paciente tuvo un control
post operatorio adecuado, logrando una cicatrización rápida (a pesar del
abordaje abierto). Esta es su radiografía a los dos meses de la cirugía.
Los cachorros suelen
cicatrizar más rápido que los perros adultos y en un par de meses crean unos
callos óseos perfectamente funcionales. En este caso, el paciente todavía está
terminando el crecimiento, vemos que todavía tiene abiertas algunas líneas de crecimiento,
y la tibia ha seguido creciendo durante estos meses, de hecho la placa parece
más corta precisamente por ese crecimiento continuado, pero la fractura ya no
se aprecia, y aunque ese callo óseo se remodele un poco, no debemos esperar
complicaciones importantes.
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