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domingo, 26 de agosto de 2018

Subluxción intertarsiana proximal




Subluxación intertarsiana proximal



Las subluxaciones intertarsianas pueden ser proximales ó distales. Cranealmente está la articulación tarso crural y distalmente está la articulación tarso metatarsiana.

Para ilustrar este caso presento la historia de un chihuahua, macho adulto, de 4 años y 7 kg de peso que presenta una inestabilidad en su tarso derecho.

Hay una hinchazón de su tobillo derecho, con dolor a la palpación. Presenta una cojera de no apoyo y viene a consulta para su valoración clínica.

Veamos el estudio radiográfico:



luxación tarso perros




En esta primera imagen se observa un espacio aumentado entre astrágalo y hueso central del tarso, pero la lesión es más evidente en la vista lateral.



luxación tarso perros


En la segunda imagen se aprecia una subluxación intertarsiana proximal.


El tratamiento clásico de este tipo de patologías es la artrodesis. Se crea una fusión articular que da estabilidad al tarso y permite al paciente recuperar la funcionalidad de la extremidad. Puesto que la articulación tibio tarsal (ó talo crural) está intacta, será suficiente con una artrodesis parcial.


artrodesis tarso perros







Como se puede apreciar en las imágenes anteriores se colocó una placa en la cara lateral del tarso y se logró estabilizar las articulaciones intertarsianas sin perder movilidad en la articulación tarso crural.


En este tipo de cirugías la principal complicación es evitar la necrosis plantar que puede aparecer hasta en el 15% de los casos. Tradicionalmente se decía que estaba provocada por daños en la arteria perforante metatarsal ó la arteria pedal dorsal, sin embargo, los vendajes que se suelen poner después de la cirugía también pueden ser parte del problema.


Es importante ser muy cuidadosos durante la cirugía para minimizar los daños vasculares, pero también debemos ser cuidadosos para que no haya tensión en los puntos de sutura, y finalmente asegurarnos de que los vendajes post operatorios no dañan ni comprimen la vascularización de la extremidad.





miércoles, 25 de abril de 2018

Luxación de astrágalo




LUXACIÓN DE ASTRÁGALO


Las luxaciones de astrágalo son lesiones muy poco comunes, y menos frecuentes que las patologías del calcáneo, pero suelen tener un buen pronóstico. Generalmente son producidas por traumatismos que implican una torsión y la rotura de algunos ligamentos inter tarsales. 
Los signos clínicos más habituales son la cojera con inestabilidad en la región del tarso e hinchazón de los tejidos blandos periarticulares. 
En el diagnóstico son necesarias las proyecciones habituales, pero también son útiles proyecciones de estrés (aplicando tensión desde distintos ángulos) con el paciente sedado para asegurarnos de que no hay otras lesiones asociadas.

Para ilustrar esta patología presento el caso de un gato adulto, un macho de 5 años y 4 kg de peso que se escapó de casa y tres días después volvió con una cojera de su extremidad posterior izquierda. Al realizar las radiografías durante la exploración se obtienen las siguientes imágenes:



tarso gato



luxación tarso gato



Hay una clara inestabilidad en la región del tarso izquierdo, producida por una luxación del astrágalo.




luxación tarso gato



Se hicieron bastantes más radiografías, para comprobar que los ligamentos colaterales y las demás articulaciones del tarso estaban bien y no se encontró nada más, por lo tanto, la única patología era una luxación del astrágalo izquierdo.


Para la resolución del caso se planteó una solución quirúrgica, mediante un abordaje dorso medial para reponer la luxación del astrágalo y luego tenía varias opciones que luego comentaremos, pero opté por colocar una placa dorsal desde el astrágalo al hueso central del tarso.


Veamos las radiografías de control post operatorio:



placa tarso gato


placa tarso gato



Tras la cirugía la movilidad del tarso había cambiado totalmente, era mucho más estable y no había ya diferencias con la extremidad normal.

El pronóstico de este tipo de cirugías es muy bueno y la recuperación suele ser rápida.

Otras opciones terapéuticas incluyen la colocación de un tornillo que entra por medial desde el astrágalo y se une al calcáneo, e incluso podría ponerse un segundo tornillo en el hueso central del tarso y unir ambos mediante un cerclaje.




tornillos tarso gato




Esta opción aparece como recomendada en la escasa bibliografía que encontré sobre el caso y creo que es una buena opción, que aporta solidez y sería útil en un perro de gran talla pero puesto que mi paciente era un gato, el uso de una placa fue una solución más simple e igualmente eficaz.