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domingo, 6 de septiembre de 2020

Fractura de metacarpos en gato

 


Fractura metacarpos gato

 


Las fracturas de metacarpos y metatarsos constituyen aproximadamente un 12% del total de las fracturas en perros y gatos, y las causas más comunes suelen ser atropellos y/o caídas, excepto en los galgos de carreras que suelen presentar principalmente fracturas por estrés, debido al ejercicio intenso durante las carreras.


Aunque no siempre es necesaria una resolución quirúrgica, principalmente si está roto un solo dedo, es siempre recomendable para favorecer la rápida recuperación del paciente y además para evitar las desviaciones distales ó las sinastosis que se producen cuando cicatriza de forma anómala.


En este artículo, comentaremos el caso de un gato Maine Coon, que saltó de una altura excesiva y viene a la clínica con una marcada cojera de su extremidad anterior izquierda.


Al hacer el estudio radiográfico obtenemos las siguientes imágenes:


 







 

 

 

Teniendo en cuenta que los metacarpos y las falanges se enumeran del uno al cinco comenzando de medial a lateral, podemos afirmar que el paciente presenta una fractura transversa diafisaria distal del tercer y cuarto metacarpos.

 

Para la resolución quirúrgica es necesario un abordaje dorsal y la colocación de dos agujas de Kirschner, que deben realinear los metacarpos rotos, para facilitar su correcta osificación.

 



El siguiente paso es cortar las agujas, doblar los bordes distales para evitar que migren, y facilitar su extracción en el futuro, y finalmente, cerrar por planos y hacer las radiografías de control post operatorio:










Aunque el resultado radiológico es muy bueno, todavía es necesario alcanzar la curación clínica, y para ello es imprescindible controlar la actividad del paciente, evitando saltos ó carreras que puedan crear un callo exuberante ó cojeras, que se podrían evitar fácilmente si el paciente tuviese una recuperación tranquila, en un espacio reducido y por el tiempo necesario hasta hacer una radiografía de control que nos permita asegurar que ya está curado.

 

 


lunes, 1 de mayo de 2017

Fractura de metacarpos

Fractura de metacarpos


Las fracturas de metacarpos son frecuentes en cachorros que saltan desde grandes alturas o que introducen una extremidad en el ángulo de cierre de una puerta, y generalmente si se trata de fracturas aisladas de los metacarpos centrales no suele hacerse casi nada pues los demás huesos sirven de férula de sujeción pero el problema se agudiza si la fractura compromete a todos los huesos de la mano.
Cuando todos los metacarpos de una extremidad están fracturados las férulas son una opción simple, pero generalmente en esos casos el paciente tardará mucho en cicatrizar, sufrirá bastante dolor, cojeará, y cuando finalmente cicatrice los dedos no quedarán rectos.
Para evitar estos problemas, agilizar la cicatrización y mejorar el resultado final se pueden colocar clavos intramedulares en animales de tamaño pequeño  ó incuso placas con tornillos en animales de tamaño grande.

Nuestro paciente en esta ocasión es un cachorro de Pomerania macho, de 4 meses y unos 4 kg que ha saltado desde un muro y cojea de su extremidad anterior derecha.

Al acudir a la clínica se le hace una primera radiografía y nos encontramos con esta fractura:


fractura dedos perro


Se trata de una fractura diafisaria transversa de los metacarpos II, III, IV y V de su extremidad anterior derecha. 
Como ya he comentado al principio de artículo, en estos casos el tratamiento conservador produce muchas complicaciones y los dueños aceptaron la solución quirúrgica.


agujas dedos perro

Como puede apreciarse en la imagen anterior se le colocan 4 agujas intramedulares de 1,2 mm de diámetro para mantener la alineación de los metacarpos.

Cinco semanas más tarde se le hace un control radiográfico:


clavos dedos perros


La evolución está siendo buena, pero todavía no hay una curación completa de las fracturas, por lo tanto se mantienen los implantes y se le cita para un nuevo control radiográfico tres semanas más tarde.


clavos dedos perros

En este control radiográfico a las ocho semanas se aprecia que el cachorro ha cicatrizado ya las fracturas de los metacarpos, y es el momento de retirar las agujas.


metacarpo perro



Una vez que se le retiraron definitivamente los implantes se le dió el alta clínica.

viernes, 2 de octubre de 2015

Fractura de falanges


Fractura de falanges


Las fracturas de falanges no siempre  se reparan, principalmente si son fracturas aisladas pues la fractura de una sola falange se suele compensar con los demás dedos que sirven de férulas  laterales para mantener los huesos en posición adecuada, y generalmente cicatrizan sin demasiados problemas.

El problema surge cuando son muchas falanges, ó el traumatismo afecta a metacarpos y falanges de una misma extremidad, en ese caso la resolución quirúrgica es casi imprescindible.

Veamos un caso: Se trata de un perro mestizo, de casi 20 kg, que ha sufrido un traumatismo en su extremidad anterior izquierda por un cortacésped, y presenta una fractura abierta y múltiple de los huesos de su mano.

Inicialmente el compañero que lo atendió se preocupó de cortar la hemorragia, desinfectar un poco la herida, poner antibiótico  y aproximar los bordes de piel con una primera sutura. Luego nos remite el caso, y comenzamos nuestro estudio radiográfico:


fractura dedos perro




fractura dedos perro


En el estudio radiográfico se aprecian fracturas en la primera falange del segundo, tercer, cuarto y quinto dedo, pero además hay una fractura distal en el cuarto hueso metacarpiano. Además el daño en los tejidos blandos es muy grande,  y teniendo en cuenta el peso del paciente, las posibilidades de que cicatrice todo bien son escasas, por lo tanto se mantuvo el perro con antibióticos unos días y luego se planeó la cirugía.

En estos casos suelen usarse agujas de Kirschner intramedulares en todos los huesos afectados, pero puesto que el peso se mantiene principalmente por el tercer y cuarto dedos, y para evitar daños mayores a la escasa vascularización se intentó hacer una cirugía aprovechando que los cortes centrales eran más profundos y sólo se pusieron agujas en las primeras falanges de tercer y cuarto dedos. Además fué necesario  reparar el cuarto metacarpiano para dar estabilidad a la extremidad.



Y ésta es la radiografía de control post operatorio



agujas dedos perro



Aunque no hay una aproximación perfecta de los fragmentos, están bien alineados y en cuanto se controle la inflamación de los tejidos blandos  y el paciente empiece a apoyar la extremidad, los huesos se unirán y podrán cicatrizar en una posición fisiológica.

El principal problema es la recuperación de los tejidos blandos, que están muy dañados



trauma falanges perro




Será necesario hacer curas diarias y hacer un buen seguimiento de las heridas para controlar la inflamación, hasta que empiece a cicatrizar, pero parece que hay suficiente tejido sano y probablemente no necesite nuevas intervenciones.




miércoles, 8 de mayo de 2013

Tumores óseos


Tumores óseos


El osteosarcoma OTS es el tumor óseo primario (y maligno) más frecuente en perros, y se diagnostica en el 80-90% de los casos. Pueden afectar tanto al esqueleto apendicular como al axial, y se caracterizan por una infiltración local agresiva y una diseminación rápida vía sanguínea, generalmente a los pulmones.

 Los OTS de extremidades tienen predilección por las metáfisis de los huesos largos, especialmente en húmero proximal, radio distal, fémur distal y tibia proximal (“lejos del codo y cerca de la rodilla”) son tumores que no saltan articulaciones, no suelen afectar a huesos próximos (si invade al cubito no suele invadir el radio) y son dos veces más frecuentes en las extremidades anteriores.

En el perro, los OTS aparecen, fundamentalmente, en razas grandes o gigantes y son tumores muy raros en perros menores de 15 kg. La edad media de presentación es de 7 años, pero existe una distribución bimodal con picos a los 2 y 9 años.  Los machos están ligeramente más  predispuestos a padecer este tipo de tumor, aunque en San Bernardo, Dogo y Rottweiller se diagnostica con mayor frecuencia en hembras.

Veamos algunos ejemplos, en primer lugar presento un osteosarcoma de húmero:



osteosarcoma hombro canino



Y ahora presento la imagen de un osteosarcoma de tibia:


osteosarcoma rodilla canino


 El principal síntoma de los animales con OTS es la aparición de una cojera con dolor. Generalmente, la cojera aparece de forma progresiva, aunque puede ser aguda si se asocia a fracturas patológicas. Casi el 100% tendrán metástasis, pero aunque solo sean visibles en un 10% al detectar el tumor, el otro 90% aparecerá tras la amputación. La amputación como única medida sólo proporcionará 3-4 meses de vida, si además aplicamos quimioterapia el porcentaje de supervivencia se eleva a 11-13 meses de media y hasta un 6-20% sobreviven dos años.


En el gato, los tumores óseos son muy poco frecuentes. Afectan a animales mayores  (> 10 años), sin existir predisposición de raza o sexo. Aparecen con mayor frecuencia en extremidades, fundamentalmente posteriores.  Los OTS en el gato también son menos agresivos que en el perro y su tendencia a la metástasis es menor del 20%.


Para tratar de condensar toda esta información en un caso concreto, expongo la historia clínica de un paciente felino, hembra, de 5 años, con una cojera de la extremidad anterior, que presenta una deformidad dolorosa en su mano derecha, y al hacer el estudio radiográfico nos encontramos con esta primera imagen:


sarcoma metacarpo felino



Es evidente que hay un crecimiento anómalo en las falanges, pero necesitamos la otra vista radiográfica para concretar un poco más, y se obtiene la siguiente imagen:


tumor carpo  metacarpo falange felino


Se aprecia un crecimiento anómalo, en las falanges del tercer dedo, con destrucción de la estructura ósea normal, que evidentemente es un tumor, pero no encaja en el patrón típico del osteosarcoma. Es un gato, tal vez demasiado joven, y no es una localización habitual, aunque no invade la articulación y no afecta a huesos vecinos.

El siguiente paso fue hacer un estudio radiográfico completo del tórax de este paciente, con vistas latero lateral derecha, ventro dorsal y latero lateral izquierda, pero no se apreciaban signos de metástasis ni nada anómalo.

Podría hacerse una biopsia y esperar a que el laboratorio nos dijese que tipo de tumor era, pero se prefirió hacer una amputación amplia, cortando incluso parte del tercer hueso metacarpiano, y enviar todo al laboratorio para conocer la naturaleza del tumor y el pronóstico del paciente.

En el estudio radiográfico inmediato tras la cirugía, ésta es la vista medio lateral:


amputación dedo gato


Y esta es la vista antero posterior de la extremidad del paciente, donde se aprecia incluso la línea de corte en el siguiente hueso metacarpiano:


extirpación tumor dedo gato


El resultado del laboratorio fue:

Diagnóstico: Sarcoma digital de células gigantes con afectación del hueso subyacente.

Pronóstico: Reservado-Menos grave.

Comentarios: Tumor mesenquimal que muestra una malignidad local, es decir, la posibilidad de recidiva suele ser alta mientras que la posibilidad de metástasis a distancia es menor. El tratamiento indicado es la resección quirúrgica completa de la lesión dejando amplios márgenes de tejido sano de seguridad (amputación, tal y como se ha realizado) y realizar un seguimiento periódico del animal.



jueves, 18 de octubre de 2012

Fractura de metacarpianos


Fractura metacarpianos gato

Tras la última entrada, después de una fractura compleja,  en ésta ocasión comentaremos un caso mucho más sencillo, referente a un gato paracaidista que  tuvo un aterrizaje complicado y desarrolló una cojera.
Evidentemente, ante un gato paracaidista los primeros controles deben ir encaminados a valorar los órganos vitales en primer lugar, por lo tanto, tras valorar que  la situación del paciente es estable, se mantiene en pié  y no vemos un traumatismo craneocefálico,  el siguiente paso será evaluar un posible neumotórax, que se puede ver muy bien en una radiografía, y de paso, si obtenemos una vista completa valoraremos también  una posible rotura de la vejiga urinaria, y sólo después de asegurarnos que todo está normal, empezamos a preocuparnos por posibles fracturas,  aunque también suelen ser frecuentes las fisuras en el techo de la boca al abrirse el paladar duro.
En este caso el paciente una vez estabilizado  presentaba una cojera de su extremidad anterior derecha, y al hacer la radiografía de control obtenemos la siguiente imagen:


fractura de metacarpianos en gato


 

Tenemos otra vista de esa misma extremidad,  aunque no necesariamente obtenemos una imagen mas clara :



fractura de metacarpianos en gato, vista anteroposterior


Tras la observación de ambas imágenes el diagnóstico es fractura metafisaria transversa del tercer y cuarto hueso metacarpiano de su extremidad anterior derecha.
Aunque en las radiografías pueda imaginarse un tamaño mayor, los huesos metacarpianos de un gato son realmente pequeños,  y para lograr una fijación estable es suficiente con unas agujas de Kischner colocadas retrógadamente vía intramedular, y en un paciente tan pequeño será suficiente con agujas de 0,8 mm de diámetro, ( no es preciso colapsar toda la cavidad medular, es mejor dejar espacio para preservar la vascularización)  dejando  además el borde libre doblado, para favorecer su extracción una vez los huesos hayan cicatrizado, y éste es el aspecto que aparece en la radiografía de control postoperatorio:


agujas en fractura de metacarpianos en gato



Como puede apreciarse hay una buena realineación de los metacarpos, y una posición anatómica mucho más fisiológica de toda la mano. El espacio que queda entre los fragmentos no es importante puesto que las agujas de Kischner junto con los ligamentos interóseos y tejidos blandos mantienen los extremos enfrentados.  Tras un periodo de reposo, los huesos cicatrizarán y entonces si es preciso se podrán extraer  las agujas tirando de los extremos doblados.


Es probable que algunos clínicos ante un caso así simplemente prescriban antitinflamatorios y reposo, y es posible que el paciente igualmente cicatrice,  pero no cabe duda que de este modo la recuperación será más rápida y tendrá una osificación más  precisa  y mucho menos dolorosa que si simplemente no hacemos nada. Considero que  nuestro trabajo es intentar ayudar a nuestros pacientes y si el dueño nos lo permite, se trata de una cirugía simple, pero que puede aportar un importante bienestar a nuestras mascotas.