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domingo, 23 de octubre de 2016

Luxación de rótula de grado IV




Luxación de rótula de grado IV


Aunque ya he publicado otros artículos sobre la luxación de rótula, se trata de una patología muy habitual en perro de razas pequeñas y solemos verla con frecuencia en la clínica diaria.

Para definir el grado de la luxación hay una escala con cuatro grados, siendo el último el más grave, y corresponde a una luxación completa de rótula en la que no podemos recolocar la rótula en el surco femoral, debido al gran desplazamiento que presenta y a la rotación de los huesos.

Es también muy frecuente que ésta patología sea bilateral, como en el caso que nos ocupa, y en cada extremidad es necesario aplicar las técnicas necesarias para reponer la rótula al surco femoral, aunque no siempre son las mismas en todos los casos.

Nuestra paciente es una hembra de Pomerania, de un año de edad y tres kg de peso que presenta una luxación bilateral de rótulas, de grado IV, y que apenas puede caminar con sus extremidades posteriores totalmente rotadas medialmente.

Veamos las primeras imágenes radiográficas:


Luxación bilateral rótula



luxación rótula grado IV



Luxación rótula grado IV






Es evidente la luxación bilateral de rótulas, pero si nos fijamos un poco más, la derecha está un poco más cerca del fémur y el grado de rotación de los huesos es menor.

En este tipo de patologías tan agresivas, a pesar de que sean bilaterales, está indicado comenzar el tratamiento por sólo una de ellas, y cuando se recupere un poco abordar la otra cirugía, en lugar de intervenir bilateralmente. (Sería distinto si fuese una fractura bilateral, en la que es necesario intervenir ambas extremidades a la vez)

Puesto que la extremidad derecha tenía mejor pronóstico y necesitábamos un apoyo temprano se empezó operando dicha extremidad con las técnicas habituales de profundización del surco femoral, transposición de la cresta tibial, superposición del retináculo (cápsula articular) y suturas antirrotacionales.



luxación rótula grado IV en perro


Puesto que la torsión del fémur y la rotación de la tibia eran menores se logró resolver la luxación y poco a poco el paciente fue apoyando cada vez más en esa extremidad.

En la revisión de control, al mes de la cirugía se aprecia que todo va bien, y el paciente ha mejorado mucho su marcha, pero sólo del lado derecho.


luxación de rótula grado IV en canino


Al planificar  la cirugía para el lado izquierdo es fácil comprender que no será posible con las técnicas habituales, y necesitaremos una osteotomía del fémur distal, para corregir esa curvatura, pero además debe rotar, para realinear la rodilla.

Posteriormente habrá que fijar los fragmentos del fémur con una placa y tornillos, pero como es una osteotomía muy distal, utilizaremos una placa en “L” ó en forma de palo de golf, que permite colocar más tornillos en el fragmento distal, y fijar mejor el hueso.


Placa en palo de golf

En algunos casos es necesario también hacer osteotomía de la tibia proximal, pero suelen ser casos todavía más extremos, y en esta ocasión se pensó que no sería necesario.

luxación de rótula grado IV



El post operatorio en estos animales suele ser lento, y hay que administrar antiinflamatorios bastante tiempo, pues cambios tan drásticos en los huesos se reflejan en tensiones de los músculos y ligamentos, pero poco a poco los tejidos blandos van cediendo, el paciente va ganando flexibilidad y confianza, y con un buen control de la actividad física y del dolor, el paciente debería recuperar la normal funcionalidad de sus rodillas.


domingo, 18 de noviembre de 2012

Avulsión cresta tibial


Avulsión cresta tibial

El caso que presento en ésta entrada es referente a un cachorro de Yorkshire que estaba en el asiento del coche del dueño y al saltar dio un  chillido y empezó a cojear de su extremidad posterior izquierda. Al llegar a la clínica se le hace una exploración general, se comprueba donde está la zona lesionada y tras la primera inspección se realizan radiografías de control.
Comenzamos por la vista anteroposterior:

avulsión de cresta tibial, vista ventrodorsal



Aunque la calidad no sea perfecta, es suficiente para comprobar que las caderas no presentan alteraciones patológicas,  pero sobre la tibia  proximal hay una “extraña mancha blanca” que debemos identificar, y para ello ayudará mucho la vista mediolateral de la rodilla. Veamos dicha radiografía:

avulsión de cresta tibial, vista lateral


Evidentemente tras ésta imagen ya podemos afirmar que el paciente sufre una avulsión de la cresta tibial, que necesita una reparación quirúrgica.
La solución de éste caso pasa por reponer la cresta tibial en su sitio y fijarla con unas agujas de kischner, pero además para contrarrestar el tendón del cuádriceps que puede volver a arrancar el fragmento se suele poner un cerclaje en 8 con acero quirúrgico, aunque debemos considerar que el cerclaje evitará el crecimiento del hueso, y  tal vez sea suficiente con una sutura, que creará una sujeción menos rígida.

Luego sólo nos queda hacer las radiografías de control, comenzamos por la vista anteroposterior:

resolución avulsión cresta tibial, vista ventrodorsal


Y para terminar vemos la vista mediolateral, donde podemos comprobar el correcto posicionamiento del fragmento, que muy pronto permitirá al paciente volver a caminar con normalidad.

resolución avulsión cresta tibial, vista lateral