martes, 17 de julio de 2012

Fractura de Tibia

FRACTURA DE TIBIA

Aunque habitualmente se suele dar más importancia a las fracturas especialmente complicadas  que ponen a prueba la destreza del cirujano, también hay otros muchos casos más simples,  que permiten una resolución más rápida, y que son fundamentales para mantener las habilidades adquiridas y no perder las buenas costumbres en el quirófano, y de este segundo grupo es el caso que presento hoy.
En esta ocasión se trata de una fractura de tibia en un animal muy joven pero con un gran potencial de crecimiento, se trata de un cachorro de labrador de 6 meses y 24 kg, que evidentemente seguirá creciendo y jugando, por lo tanto necesitará un implante que pueda soportar su incremento de peso y su gran actividad física.
Para empezar veamos la radiografía anteroposterior  de su fractura :
fractura de tibia, vista anteroposterior


Y también la otra vista, mediolateral :
fractura de tibia, vista mediolateral


Se trata de una fractura metafisaria oblicua de la tibia izquierda, el peroné parece estar igualmente fracturado a nivel proximal, y además son muy visibles las líneas de crecimiento que nos indican que se trata de un cachorro cuyo período de  crecimiento todavía no ha finalizado.
Para este paciente necesitábamos una fijación fuerte, por tanto se redujo la fractura y se colocaron dos tornillos tirafondos que mantienen los fragmentos en posición, evitando deslizamientos y luego se le aplicó una placa de neutralización de doble ancho para tornillos de 3.5 mm, respetando  las ramas craneales de la Vena safena medial, Arteria safena y Nervio safeno que cruzan por la metáfisis medial de la tibia, tal y como se aprecia en la siguiente imagen:
placa en fractura de tibia


Ahora veamos la radiografía post-operatoria anteroposterior donde se aprecia mejor la colocación de los tornillos :
placa en fractura de tibia, vista anteroposterior

Como suele ser habitual en  cachorros, la recuperación fue muy buena y enseguida estaba apoyando la extremidad, de modo que más que necesitar los típicos ejercicios de movilización pasiva, lo realmente importante en este paciente es un buen control de la actividad física para evitar que un sobresfuerzo en fases muy precoces del proceso de curación pudiese dañar el callo óseo  que permitirá soldar la fractura en mucho menos tiempo que si se tratase de un paciente adulto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario