martes, 27 de enero de 2015

Fractura de húmero en gato


Fractura de húmero en gato



Nuestro paciente es una gata, recogida de la calle por una protectora local, que lleva meses cojeando de su extremidad anterior derecha, y que traen a la clínica para una primera exploración general, y por supuesto también traumatológica.
En la exploración inicial no se aprecian heridas en piel, pero si una clara inestabilidad en la región humeral, así como relieves óseos internos que nos indican claramente que hay una fractura.

Comenzamos el estudio radiológico con una vista ventro dorsal del brazo y obtenemos esta primera imagen:


fractura disparo gato


Aunque es un poco desconcertante podemos concluir que hay una fractura de húmero, que los extremos están desplazados y que el paciente ha recibido un disparo de un perdigón de plomo que se ha roto dentro, y todavía conserva los fragmentos. Necesitamos la otra vista radiográfica para saber más, y se realiza la siguiente radiografía:


fractura disparo gato


Con esta imagen podemos completar la información y comprender que este paciente tiene una fractura diafisaria y conminuta de húmero provocada por el impacto de un perdigón de plomo,  y que hace ya tiempo que ha ocurrido porque las heridas en piel han cicatrizado.

Es indignante encontrar este tipo de situaciones, son casos de vandalismo sobre animales que no hacen daño a nadie y que no suponen ninguna amenaza. Si alguien quiere disparar debería hacerlo sobre una diana y no sobre gatos callejeros que ya tienen  bastantes problemas para sobrevivir en la calle sin necesidad de que les disparen.

Volviendo al caso, tenemos un paciente con una fractura antigua de húmero, muy conminuta, y con poco espacio para fijar los implantes. Ante un caso así debemos concentrarnos en mantener la longitud del hueso, respetar las articulaciones proximal y distal y colocar un sistema de fijación lo suficientemente rígido para que el hueso pueda recuperarse y crecer.

Se reducen los fragmentos principales y se coloca un clavo intramedular para lograr una primera alineación de la fractura y luego se coloca una placa de neutralización con tornillos proximales y distales, pero respetando la zona central conminuta que no tocaremos demasiado para no dañar la escasa vascularización y evitar la formación de un secuestro. Respecto a los fragmentos de plomo, sólo se retiran los que aparecen durante el abordaje y dejaremos los demás donde estén para no dañar aún más los tejidos blandos.

Veamos las radiografías de control post operatorio:


fractura disparo gato


fractura disparo gato

El primer tornillo proximal es más grueso porque esa zona del húmero es muy esponjosa y necesitaba una buena fijación, la zona central no está bien reducida pero cabe esperar la formación de un callo óseo que englobe los fragmentos sueltos, y a nivel distal es probable que se pudiese aprovechar un poco mas de hueso con implantes algo más largos, pero a veces nos pasan estas cosas viendo las radiografías de control, y tenemos que decidir entre reintervenir o esperar. En este caso se decidió confinar  el paciente en una jaula y esperar.

Al mes el paciente apoyaba bastante bien, teniendo en cuenta que era una fractura antigua con pérdida de masa muscular y al hacer las radiografías de control obtenemos las siguientes imágenes:


placa humero gato



placa humero gato


No hay grandes cambios, pero ya se observa que todo va bien y se está formando el callo óseo que englobe y remodele la zona diafisaria central del húmero.

A los dos meses se repiten las radiografías:


fractura humero gato



fractura humero gato

En este momento el gato camina bastante bien y sólo en ocasiones levanta un poco la pata, pero la mayor parte del tiempo la utiliza con normalidad.

Nuevas tomas radiográficas a los tres meses y medio:


placa humero gato



placa y agujas kirschner gato


En este momento el paciente ya no muestra secuelas físicas de la fractura, a nivel radiográfico el callo óseo está remodelándose adecuadamente, la masa muscular empieza a ser normal y se considera que puede darse el alta a este animal, que además ha encontrado una buena casa de acogida y probablemente va a ser adoptado.

*Todavía será necesario retirar el clavo intramedular, pero no debe ser una complicación importante, y en cuanto tengamos ocasión se completará el trabajo.



miércoles, 21 de enero de 2015

Una especie diferente


Una especie diferente


En esta ocasión no os traigo ningún trabajo de traumatología, sino un poco de actualidad. 
Aquí os dejo un enlace a un vídeo de la cardióloga Barbara Natterson donde explica la importancia de la ciencia Veterinaria para el avance de la salud humana, algo que hasta ahora ningún médico se había atrevido a reconocer.





Espero que os guste.


sábado, 3 de enero de 2015

Fractura de fémur

Fractura de fémur


Para empezar el año vamos a comentar una fractura de fémur en un perro mestizo de Labrador de unos 40 kg de peso que ha sufrido un accidente.

La primera imagen que recibimos al llegar el paciente procede de un compañero que atendió inicialmente al animal y hizo una primera radiografía sin sedar al perro y en una posición ventrodorsal, aunque no simétrica.



fractura de femur en canino



Esta primera radiografía permite confirmar que hay una fractura en fémur, pero aunque siendo muy hábiles podemos adivinar de que tipo, lo ideal es tener las cosas claras desde el principio y esta imagen no descarta totalmente la luxación sacro ilíaca, por lo tanto se le repite el estudio radiográfico al paciente, comenzando por una vista latero lateral:



fractura de fémur en canino



Y para completar el estudio, se realiza también la vista ventro dorsal, pero con el paciente sedado y colocado adecuadamente:


fractura de fémur canino



Esta última imagen nos confirma definitivamente que se trata de una fractura oblicua diafisaria proximal del fémur izquierdo, y que no hay luxación sacro ilíaca.


La resolución de esta fractura debe ser mediante la colocación de una placa para tornillos de 3,5 mm pero debe estar firmemente sujeta porque el paciente pesa unos 40 kg, y tiene la dificultad añadida de que el fragmento proximal es pequeño y hay que aprovechar muy bien el espacio, por lo tanto es necesario hacer un buen moldeado de la placa, para que se adapte a la superficie del hueso.



placa y tornillos en femur perro



Para incrementar la fijación se añadieron dos cerclajes sobre la línea de fractura que refuerzan la reducción. 

Veamos las radiografías de control:



placa y cerclaje fémur perro




placa y cerclaje fémur canino





La reducción es bastante aceptable, la placa está bien modelada para aprovechar el escaso espacio que teníamos a nivel proximal, de modo que fue posible colocar tres tornillos en el fragmento proximal, cuatro tornillos en el fragmento distal y dos cerclajes sobre la línea de fractura que refuerzan la fijación.



A pesar de que se trata de un paciente muy grande y obeso,  el apoyo de la extremidad es bueno desde el segundo día, y si se logra un buen control de la actividad física, la evolución de la fractura debe ser hacia la consolidación  de la misma.