domingo, 28 de julio de 2013

Fractura de cúbito y radio

Fractura de cúbito y radio en Pastor Belga


Las fracturas de cúbito y radio son muy frecuentes en la clínica de pequeños animales, y habitualmente suelen señalarse como especialmente complicadas las que afectan a razas miniatura, tipo toy, pues en ese tipo de pacientes el tamaño del hueso se reduce a la mínima expresión, lo cual dificulta la colocación de implantes, pero además la vascularización de los tejidos blandos debe preservarse al máximo para que no se vea comprometida la cicatrización.

En el extremo opuesto están los pacientes de razas gigantes, que requieren de implantes especialmente resistentes para aguantar su peso, y como una variación de éstos, los pacientes de talla grande, que sin llegar a ser razas gigantes, son animales con una gran actividad y presentan el inconveniente de que no van a estar quietos en el post operatorio, y es preciso que los implantes no sean excesivos para evitar la sobreprotección del hueso que retrasará la cicatrización (muy frecuente en cubito y radio distal) y a la vez que no sean insuficientes porque el paciente va a moverse y deben soportar una carga muy superior a la que tendrían con un paciente mas sedentario.


En esta ocasión nuestro paciente pertenece a este último grupo. Se trata de un cachorro de Pastor Belga Malinois, de 8 meses y 22kg que a pesar de que viene con una fractura de cubito y radio, parcialmente sujeta por una férula, no para de moverse e incluso cuando está en la jaula da pequeños saltitos cada vez que se acerca alguien.

En el estudio radiológico se aprecia la siguiente fractura:


fractura en cachorro


Es una fractura transversa diafisaria distal de cubito y radio de su extremidad derecha, que apreciamos igualmente en la otra vista radiográfica:

fractura en cachorro



En esta última imagen se aprecian mejor las líneas de crecimiento, se trata de un cachorro con una fractura transversa con escaso desplazamiento, que no debe suponer un problema para su reducción, pero sí luego para su estabilización posterior.

Ante una fractura así habría múltiples soluciones posibles, pero puesto que se trata de un cachorro muy activo, aunque la cicatrización será rápida, la fijación debe ser muy estable, y siempre que sea posible optaremos por una fijación interna. Por lo tanto se planteó la cirugía colocando una placa para tornillos de 3,5 mm de diámetro sobre la cara dorsal del radio, pero era claramente insuficiente, y podría reforzarse con una segunda placa en la cara medial del radio, pero puesto que el cúbito de este paciente tenía un tamaño considerable, parecía más adecuado colocar la segunda placa sobre este hueso y así se hizo, de modo que en un abordaje lateral al cúbito distal se colocó una segunda placa para tornillos de 2,7 mm, que reforzaba adecuadamente la fijación.

En la radiografía de control post operatorio antero posterior puede apreciarse la colocación de las dos placas:


doble placa en perro



Y en la vista medio lateral se aprecia mejor como cada placa sujeta cada uno de los huesos, sin interferir en las líneas de crecimiento.



Tras esta cirugía, la evolución debería ser buena, si lográsemos que el dueño limite la actividad del paciente …  A los dos días estaba apoyando y a la semana ya tiraba de la correa al salir de paseo, y era necesario retenerle.

Y tres semanas después se le hizo la primera radiografía de control, que expongo seguidamente:

doble placa en cachorro



Puesto que se trata de un cachorro, las líneas de crecimiento siguen abiertas,  y el hueso ha crecido longitudinalmente. Además el callo óseo se está formando muy rápido y la evolución está siendo  favorable, a pesar de que se trata de un animal  joven y muy activo que incluso en un recinto muy pequeño no para de moverse.


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