jueves, 6 de marzo de 2014

Fractura de cadera


Fractura de cadera


Nuestro paciente es una perrita Yorkshire, hembra, de dos años y dos kilos de peso. Según nos cuenta el propietario se les ha escapado de casa y justo al salir a la calle la atropella un coche.

Comenzamos nuestra exploración general,  valorando  las posibles lesiones neurológicas, circulatorias, respiratorias, digestivas y urinarias, para luego, una vez descartadas las patologías urgentes, centrarnos en las lesiones a nivel del aparato locomotor.

El animal podía mantenerse en pié, aunque tenía serias dificultades locomotoras  en el tercio posterior y comenzamos nuestro estudio radiográfico con una vista lateral de columna y caderas:


fractura de ilion en canino


En esta primera imagen se aprecia una fractura transversa a nivel del Ilion y otras fracturas asociadas en Isquion y Pubis, pero para definir exactamente dichas fracturas es preciso realizar también la vista antero posterior de cadera:


fractura de cadera en canino


Ahora, con ambas imágenes radiográficas podemos concluir que efectivamente  nuestro paciente presenta una fractura transversa de Ilion izquierdo, junto con fracturas asociadas en Isquion y Pubis.

Cuando se trata de reparar fracturas de cadera, sólo son importantes las anteriores al acetábulo, pues son las que soportan el peso que se transmite desde la columna hasta el fémur, por lo tanto las fracturas de Isquion y Pubis generalmente no es preciso repararlas. 

Es probable que algunos lectores poco habituados a valorar fracturas de cadera tengan dificultades para ver la fractura de Ilion en la segunda imagen, pues la superposición de los fragmentos puede inducir a error y pensar que el hueso no está fracturado, pero la menor distancia entre el borde dorsal del Ilion y el acetábulo que nuestro paciente presenta en el lado izquierdo, comparando con el lado derecho, nos indican que ese hueso está fracturado y los fragmentos se superponen.




Se realizó la intervención mediante un abordaje lateral al Ilion izquierdo para reposicionar los fragmentos y se colocó una placa de 6 agujeros para tornillos de 2 mm, colocando tres tornillos en cada fragmento, y tratando que los tornillos más craneales pudiesen anclarse en el sacro para incrementar la fijación.



Veamos las radiografías de control post operatorio:


placa en ilion de perro


placa en ilion canino


Probablemente la mayor dificultad en este tipo de pacientes está en la correcta realineación de los fragmentos y la colocación de la placa en un hueso con mucha esponjosa y de un tamaño tan reducido, pero si se tiene cuidado y se hace una buena fijación,  el pronóstico a largo plazo suele ser muy bueno.

Nuestro paciente recuperó la funcionalidad de la extremidad en pocos días y fue preciso tenerla confinada en un espacio pequeño porque su carácter inquieto no facilitaba el reposo necesario tras este tipo de intervenciones.

Al mes de la cirugía se le realizaron las siguientes radiografías de control:

placa y tornillos en cadera canino


placa y tornillos en ilion canino


Si comparamos con las imágenes de control post quirúrgico da la sensación de que la placa se ha doblado ligeramente hacia medial, pero no hay tornillos sueltos, no hay obstrucción del canal pelviano y el paciente camina y corre con absoluta normalidad.




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