martes, 30 de junio de 2015

Fractura antigua de cadera en gato


Fractura antigua de cadera en gato


Las fracturas de cadera no siempre son fáciles de reducir, pero en caso de que sean fracturas antiguas, y por fracturas antiguas entendemos que ya han pasado más de dos semanas desde el traumatismo que origina la fractura, entonces será prácticamente imposible reducirlas, pues la fibrosis creada y la retracción muscular impedirán cualquier intento de reducción.

No es muy habitual recibir pacientes con fracturas antiguas pues se les suele advertir a los propietarios que si no se interviene cuando la fractura es reciente luego ya no será posible repararlas.

Generalmente este tipo de fracturas suelen aparecer en animales abandonados que han sufrido un accidente hace tiempo y posteriormente son recogidos por alguna protectora que los trae para intentar  reparar los daños.

Lógicamente en este caso nuestro paciente es un gato recogido en la calle por una protectora, que tiene una fractura antigua de cadera, y presenta un estado lamentable.







Se trata de un gato callejero, macho sin castrar, con una fractura antigua de cadera, y una cojera de no apoyo de su extremidad posterior izquierda. Hay una gran reacción ósea en la zona de la fractura y un importante estrechamiento del canal pelviano por la impactación del acetábulo en el lado izquierdo.

El paciente mantiene en alto su extremidad posterior izquierda, con una importante atrofia muscular de ese lado y una grave fibrosis que impide articular la extremidad. Además es un gato muy agresivo y no es posible manipularlo, de hecho, para hacer estas radiografías fue necesario sedarlo y ni siquiera bajo sedación fue posible extender la extremidad izquierda.

En este tipo de fracturas es también muy frecuente que el estrechamiento del canal pelviano dificulte la defecación y en ocasiones se produce un megacolon que puede llegar a ser muy grave. Veamos la radiografía lateral para valorar la situación:


megacolon en gato


Todavía no hay un megacolon muy marcado pero ya tiene problemas de estreñimiento. Ante una situación tan crónica es difícil aportar una solución que permita resolver los problemas de este paciente. No es posible hacer una reparación clásica de esa  cadera reduciendo las fracturas y colocando una placa que desde ilion craneal  realinee la cadera y fije todo por encima del acetábulo.

Tampoco es posible pensar en una recuperación de la extremidad, puesto que la fibrosis es tan grande que ni siquiera con el paciente dormido se puede extender, y además es un gato muy agresivo que no permitirá una rehabilitación clásica.

Ante una situación así, es difícil encontrar una buena alternativa. En una ocasión leí un artículo que proponía en situaciones como ésta eliminar un tercio del intestino grueso para evitar la reabsorción de líquidos y que las heces sean más blandas, facilitando su evacuación. Considero que no es la mejor opción.

Otra alternativa (propuesta por Richard Denny hace años) consiste en hacer una osteotomía en pubis para incrementar el diámetro pélvico, tal y como se muestra en la siguiente imagen:


impactación acetabulo gato



No estoy muy seguro de que se puede poner en la sínfisis púbica para mantener la apertura, probablemente una placa de titanio (ahora que ya existen), pero en este paciente no sería una buena alternativa porque la extremidad ya no es recuperable.

Considero que sólo se puede emplear esta técnica si el acetábulo está intacto, aunque esté hundido, pues garantiza la movilidad de la extremidad, pero en nuestro paciente la fractura interesa al acetábulo y la fibrosis bloquea la articulación por lo tanto se tomó una decisión más drástica.


amputación pelvis gato

Se le amputó la extremidad posterior  izquierda pero también se le amputó parte de la cadera de ese lado, de modo que desapareció el estrechamiento pelviano, se evitó el megacolon, y el paciente siguió caminando a tres patas, pero sin dolor, sin dificultad para defecar, y empezó a ganar peso y a mejorar su estado físico.

No se eliminó totalmente la hemipelvis izquierda, porque consideré que dejando Ilion craneal e Isquion caudal, se mantenía la simetría de la cadera, dejando espacio para fijar la masa muscular que cierra el defecto, a la vez que impide el colapso del canal pélvico.

Afortunadamente se trata de una fractura poco habitual, pero de la que hay muy poca información sobre las mejores técnicas aplicables a las distintas situaciones, y aunque he aportado varias opciones posibles estoy seguro que puede haber otras.

Es probable que algún compañero haya hecho una resección de parte del intestino, o tal vez otro haya hecho una triple osteotomía, e incluso alguien puede haber aplicado la técnica de abrir la sínfisis púbica, o cualquier otra variación menos conocida.


En este caso me gustaría abrir un pequeño diálogo, de modo que invito a cualquiera que tenga experiencia en casos así, que deje un comentario exponiéndonos su  solución ante este tipo de situaciones y como ha resuelto una fractura antigua de cadera con estrechamiento del canal pelviano.


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